Memorias.
El plebiscito se firmó en las instalaciones de la Escuela 18 (la primera Escuela de la Patagonia Austral), creada en 1895 por decreto del Consejo Nacional de Educación.
El mismo remite al momento en que las naciones de Argentina y Chile se disputaban los valles situados en la extensa cordillera patagónica.
Los reclamos crecían amenazantes y un horizonte de guerra parecía ser la única salida. En este contexto, el “Valle 16 de octubre” era uno de los más codiciados debido a la riqueza de sus tierras. Ante el avance del conflicto, los países acuerdan solicitar a la corona británica que opere como árbitro en el litigio de esta zona.
La comisión encomendada por el tribunal británico, encabezada por el delegado arbitral Sir Thomas Holdich, fue acompañada por Francisco Pascasio Moreno, perito argentino de límites, y el geógrafo alemán Hann Steffen, delegado arbitral chileno. Tras recorrer la extensa región en conflicto, acamparon en la estancia “La Florida” de Martin Underwood.
Al día siguiente, el 30 de abril de 1902, después de trabajar sobre el terreno, fueron invitados a la escuela 18 donde los esperaba una vasta comitiva de habitantes del Valle. Una vez allí, y tras ser agasajados con el tradicional té y un concierto, los colonos galeses expresaron al árbitro británico su deseo de pertenecer a la patria que los había cobijado al dejar su lejano país, anhelando una pronta resolución del conflicto para que el Estado argentino pueda otorgarles la propiedad de la tierra.
La expresión de patriotismo del día 30 de abril de 1902, rubricada en el deseo de permanecer bajo la soberanía argentina y hecha realidad en el mes de noviembre del mismo año cuando el laudo del arbitraje británico otorga el Valle “16 de Octubre” a la Argentina, es recordada hasta la fecha por la comunidad del Valle y los ciudadanos chubutenses.
Acto Protocolar.
El pasado sábado 30 de abril se celebró 120° Aniversario del Plebiscito por la soberanía del Valle 16 de Octubre, presidido por el Intendente Municipal, Hector Ingram y el presidente de la Asociación Galesa, Randal Rowlands, acompañados por la presidenta del HCD, Claudia Garitano, diputados provinciales, nacionales, funcionarios provinciales, concejales, banderas de ceremonias y autoridades cívicas militares, el Acto fué engalanado por la Banda Militar «Malvinas Argentinas» del Regimiento de Caballería de Exploración 3 de Esquel.

“Hace 120 años, en este Valle 16 de Octubre, se escribía un capítulo de la historia argentina que durante mucho tiempo ni siquiera formaba parte del calendario de los propios trevelinenses”, expresaba el Intendente Héctor Ingram en su discurso.
“Porque la verdad es que no hace mucho que se comenzó a recordar aquel 30 de abril de 1902 con actos oficiales como el que hoy estamos celebrando”, indicó y agregó “Fue necesario ponerle un nombre a aquel hecho histórico. Surgió entonces el título de “Plebiscito de la Escuela 18”. Podríamos llamarlo de muchas maneras, lo importante es reconocer aquella expresión de voluntad de hombres y mujeres que vivían en la región, descendientes de los primeros colonos galeses, pero también había integrantes de las comunidades de pueblos originarios, criollos e incluso, algunos historiadores reconocen un acompañamiento de pobladores provenientes de Chile a la decisión de la mayoría”.

«Nos acompañan hoy autoridades de municipios de Lago Puelo y El Hoyo. Y es que lo que aquí terminó por definirse, dejó bajo bandera argentina a toda una franja de territorio que incluye a esos dos actuales municipios; como también a Epuyén; a Cholila, e incluso los actuales parques nacionales Lanin; Nahuel Huapi y Los Alerces», continuaba Ingram.
“Cada día, con nuestro hacer cotidiano, debemos honrar a quienes marcaron esos hitos de argentinidad, en algunos casos organizándose para recibir y convencer a quienes tenían que resolver aquel laudo. En otros, poniendo al servicio de su país ni más ni menos que sus vidas”.
“Trabajar con honestidad; obrar con honor, respetar y valorar a todos nuestros conciudadanos, sin importar su origen, religión, raza o ideología. Y sobre todo amar profundamente nuestro terruño”. Culminaba su discurso Ingram.

